CHETUMAL
Localizada
al sur de Quintana Roo, en la frontera que separa a México de Belice por medio
del Río Hondo y siendo la puerta de México al resto de Centroamérica se
encuentra la capital más joven del país: Chetumal. Una hermosa y pintoresca
ciudad con una arquitectura muy particular y un enorme boulevard que atraviesa
la ciudad paralelo a la bahía, donde desde varios puntos se puede apreciar la
naturaleza y sentir la fresca brisa de las aguas que abrazan el sitio.
Chetumal es el municipio más extenso del Estado, cuenta con 18 760 kilómetros cuadrados, una tercera parte del territorio total de Quintana Roo. Goza de un clima húmedo y cálido todo el año que oscila entre los 25° y 27° en promedio. Debido a su gran extensión, tiene varios ecosistemas en su territorio que van desde las selvas medianas y altas, humedales, bosques, manglares y dunas costeras. En su territorio viven una gran cantidad |
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dunas costeras. En su territorio viven una gran cantidad de animales como el jabalí, venado cola blanca y cereques; en sus aguas habitan lagartos y tortugas caguama, carey y blanca; en su cielo es común ver volar coloridos y hermosos tucanes. Sin embargo, las especies más representativas del municipio son el manatí, protegido en la zona y el caracol rosado, emblema de la entidad.
Según
los investigadores, esta ciudad fue habitada entre los años 320 a 987 d.C. por
el cacicazgo conocido como Chactemal, de esta palabra proviene el nombre actual
del municipio, se deriva del maya ch’aak
te’: árbol rojo y mal que
significa abundar, es decir, “donde abunda el chakte”. Los caciques de
Chactemal dominaban desde Bacalar hasta New River en Belice a la llegada de los
españoles, sin embargo, este señorío después de varios años de lucha cayó en el
año 1544, trece años después de la invasión española.
Es conocido por los cronistas y los historiadores de la época, que lo apartado de la región y la renuencia de los mayas a ser conquistados dieron como resultado que los españoles no pudieran establecer poblaciones permanentes en esta zona. Para el año 1848, cuando estalla la “Guerra de Castas”, los mayas de la zona comerciaban con los beliceños e intercambian maderas preciosas por armas. Estas acciones estaban permitiendo cada vez mayor intromisión de los ingleses ya que en esa época, Belice era una colonia británica.
Debido a que era un territorio tan alejado, deshabitado e inexplorado, comenzó a ser descuidado por las autoridades mexicanas y por lo tanto un peligro latente de una invasión inglesa. Durante el mandato de Porfirio Díaz fue que se estableció finalmente una frontera entre México y Belice, el Río Hondo, y se le asignó al teniente de la armada, Othón P. Blanco que evitara el saqueo de maderas preciosas, la entrada de armas, frenara los actos de los mayas y recuperara la soberanía nacional.
El teniente fundó una pequeña aldea llamada Payo Obispo, en honor a Fray Payo Enríquez, un obispo de Guatemala quien posteriormente se convirtió en virrey de la Nueva España. Othón P. Blanco se dio a la tarea de poblar nuevamente la región, buscó a los mexicanos que ya radicaban en Belice, que eran personas que salieron huyendo del país por el conflicto de la “Guerra de Castas”, para convencerlos de que regresaran a vivir en la nueva aldea. Esta primera oleada de población se dio en el año 1898, con gente de la Península de Yucatán, Veracruz, del centro del país, y algunos libaneses y beliceños.
Finalmente para el año 1936 Payo Obispo cambió su nombre por Chetumal, la ciudad se había poblado con hermosas casas hechas de maderas nobles como la caoba, tenía un aspecto muy caribeño y con una clara influencia británica. En 1945, el huracán Janet arrasó con la mayoría de las construcciones de madera, sobreviviendo unos cuantos edificios de concreto, este desastre natural fue un parteaguas, Chetumal comenzó a recibir atención nacional e internacional y la ayuda no se hizo esperar.
La segunda oleada poblacional fue con gente en su mayoría del norte del país cuando el mandatario Luis Echeverría promovió ampliamente la emigración de otras partes de la República para elevar la zona de Territorio Federal a Estado de la Federación. Para el año 1974 el objetio se cumplió y Chetumal se convirtió en la capital del nuevo Estado de Quintana Roo.
Es conocido por los cronistas y los historiadores de la época, que lo apartado de la región y la renuencia de los mayas a ser conquistados dieron como resultado que los españoles no pudieran establecer poblaciones permanentes en esta zona. Para el año 1848, cuando estalla la “Guerra de Castas”, los mayas de la zona comerciaban con los beliceños e intercambian maderas preciosas por armas. Estas acciones estaban permitiendo cada vez mayor intromisión de los ingleses ya que en esa época, Belice era una colonia británica.
Debido a que era un territorio tan alejado, deshabitado e inexplorado, comenzó a ser descuidado por las autoridades mexicanas y por lo tanto un peligro latente de una invasión inglesa. Durante el mandato de Porfirio Díaz fue que se estableció finalmente una frontera entre México y Belice, el Río Hondo, y se le asignó al teniente de la armada, Othón P. Blanco que evitara el saqueo de maderas preciosas, la entrada de armas, frenara los actos de los mayas y recuperara la soberanía nacional.
El teniente fundó una pequeña aldea llamada Payo Obispo, en honor a Fray Payo Enríquez, un obispo de Guatemala quien posteriormente se convirtió en virrey de la Nueva España. Othón P. Blanco se dio a la tarea de poblar nuevamente la región, buscó a los mexicanos que ya radicaban en Belice, que eran personas que salieron huyendo del país por el conflicto de la “Guerra de Castas”, para convencerlos de que regresaran a vivir en la nueva aldea. Esta primera oleada de población se dio en el año 1898, con gente de la Península de Yucatán, Veracruz, del centro del país, y algunos libaneses y beliceños.
Finalmente para el año 1936 Payo Obispo cambió su nombre por Chetumal, la ciudad se había poblado con hermosas casas hechas de maderas nobles como la caoba, tenía un aspecto muy caribeño y con una clara influencia británica. En 1945, el huracán Janet arrasó con la mayoría de las construcciones de madera, sobreviviendo unos cuantos edificios de concreto, este desastre natural fue un parteaguas, Chetumal comenzó a recibir atención nacional e internacional y la ayuda no se hizo esperar.
La segunda oleada poblacional fue con gente en su mayoría del norte del país cuando el mandatario Luis Echeverría promovió ampliamente la emigración de otras partes de la República para elevar la zona de Territorio Federal a Estado de la Federación. Para el año 1974 el objetio se cumplió y Chetumal se convirtió en la capital del nuevo Estado de Quintana Roo.
Actualmente,
Chetumal es una localidad con todos los servicios de una ciudad de primer nivel
con modernas carreteras, universidades, comercio, aeropuerto y hermosos
monumentos que simbolizan algunos parajes de la historia de la capital. La
avenida principal de Chetumal se caracteriza porque sobre ella se distribuyen
buena parte de los principales puntos de interés, se llama Boulevard Bahía y es
el más largo de toda la Península de Yucatán con sus 20 kilómetros de longitud
que inician en el Parque del Renacimiento y terminan en la localidad de
Calderitas. Su mayor atractivo es que se encuentra al borde de la Bahía por lo
que el paisaje es inigualable pues se puede disfrutar sobre el recorrido de las
tranquilas y hermosas aguas con su acentuado color turquesa. Es ideal para
recorrerlo en bicicleta o a pie, disfrutando de la suave brisa y luego esperar
el espectacular atardecer que se funde y se esconde entre la bahía y el
horizonte.
El Parque del Renacimiento es una explanada que se encuentra al poniente de la ciudad, tiene una gran vista hacia la bahía de Chetumal, es un lindo lugar familiar con cómodas bancas y bellos jardines. Justo en el centro de este recinto se erige la escultura “Renacimiento”, un monumento que recuerda a las víctimas del huracán Janet, el cual destrozó a la ciudad el 27 de septiembre de 1955 y cobró la vida de un aproximado de 400 habitantes. |
welcome to chetumal
The most important buildings of the state of Quintana Roo are in its capital, the interesting city of Chetumal. It is here where lies the prehispanic past of the state, which contemplated the Mayan people called “Itzáes” and that whose name was Chactemal occupy the land during the years 320 and 946 AC until the arrival of the Spanish conquistadors.
The Mayan chiefdom that ruled the land controlled the government and the commerce of the south of the state and northern Belice. It was its secluded location and the strength of its people what prohibited that the Spanish troops could establish permanent settlements in the area. Only Bacalar was taken but it regained its splendour in 1848, when the Caste Wars started.
Since then, the region was only occupied by Mayan people and in 1898 the government of Porfirio Díaz fought the rebels to establish the limits with Honduras at the banks of the Río Hondo. That same year, it was Othón P. Blanco who officially established the new village and called it Payo Obispo.
Years later, in 1937, the governor Rafael E. Melgar planned the development of the city, and in memory of its deep Mayan heritage, called it Chetumal.
Driven by Melgar and the boom of the timber, rubber and the chicle industries, the city achieved an economic development that would only be hindered by the arrival of Hurricane Janet in 1955.
The cyclone destroyed almost completely the area but it could not bring down the spirit of its inhabitants, the combative chetumaleños, who pulled together to rebuild their homes and working places. With a new face, Chetumal became what it is now: A modern city that in 1974 was suitable to become the capital of the State of Quintana Roo.
The Caribbean essence of Chetumal can still be felt in its streets and it is part of some of its architecture, its traditional cuisine, the beautiful lagoons that surround it, the mysterious cenotes, and the zest of its joyful population.
The Mayan chiefdom that ruled the land controlled the government and the commerce of the south of the state and northern Belice. It was its secluded location and the strength of its people what prohibited that the Spanish troops could establish permanent settlements in the area. Only Bacalar was taken but it regained its splendour in 1848, when the Caste Wars started.
Since then, the region was only occupied by Mayan people and in 1898 the government of Porfirio Díaz fought the rebels to establish the limits with Honduras at the banks of the Río Hondo. That same year, it was Othón P. Blanco who officially established the new village and called it Payo Obispo.
Years later, in 1937, the governor Rafael E. Melgar planned the development of the city, and in memory of its deep Mayan heritage, called it Chetumal.
Driven by Melgar and the boom of the timber, rubber and the chicle industries, the city achieved an economic development that would only be hindered by the arrival of Hurricane Janet in 1955.
The cyclone destroyed almost completely the area but it could not bring down the spirit of its inhabitants, the combative chetumaleños, who pulled together to rebuild their homes and working places. With a new face, Chetumal became what it is now: A modern city that in 1974 was suitable to become the capital of the State of Quintana Roo.
The Caribbean essence of Chetumal can still be felt in its streets and it is part of some of its architecture, its traditional cuisine, the beautiful lagoons that surround it, the mysterious cenotes, and the zest of its joyful population.
museo de la cultura mayaChetumal es una ciudad que ha buscado crecer de manera integral en conjunto con tradiciones, historia, educación y cultura. Existen varios museos para visitar y disfrutar del conocimiento maya y la historia de forma interactiva. Este es el caso del Museo de la Cultura Maya de Chetumal, inaugurado en 1994, se divide en ocho salas en las cuales se representa la cultura prehispánica desde sus orígenes, su desarrollo en la agricultura, la pesca, caza o el comercio, y otros elementos que caracterizaron al imperio como la ciencia, la tecnología y su cosmovisión.
El innovador museo cuenta con ayuda de dispositivos interactivos y pantallas táctiles por medio de los cuales busca integrar al visitante en la visión del mundo maya. Con este objetivo se colocó una franja de selva tropical artificial a la mitad del recinto así como el mar y las montañas y se recreó mejor el ambiente natural que rodeaba al pueblo maya. En la parte del sótano del museo, se puede encontrar la representación del inframundo en un ambiente místico y obscuro dónde se puede apreciar la exhibición gráfica de sus dioses según ésta cultura. El recorrido llega a su fin con la temática de la llegada de los españoles. |